Políticas para reducir el embarazo adolescente en México
La tasa de embarazo adolescente en América Latina y el Caribe, sigue siendo la más alta del mundo. En concreto México, es uno de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) con mayor tasa de embarazo adolescente. Una cifra que lejos de reducirse, se ha incrementado de 2007 a 2012 en casi un 15%. En 2017, dos de cada diez nacimientos en México eran de chicas menores de 20 años.
Embarazos de menores de edad en su mayoría que son prevenibles si se ponen en práctica políticas eficaces para evitarlos. No es solo un problema de salud, lo que estos datos indican es que existe un problema real de desigualdad ya que la mayoría de las chicas que se embarazan son chicas pobres, que ven como un embarazo no planificado disminuye aún más sus expectativas vitales futuras, con situaciones de abandono escolar, poca cualificación, etc.
En vistas de los datos y lo poco efectivas que resultan las medidas acometidas hasta ahora para prevenirlo, distintos organismos internacionales como la OMS; UNICEF o UNFPA han elaborado un documento con distintas acciones prioritarias para reducir los embarazos adolescentes. Dichas acciones son:
1. Aumentar la visibilidad del embarazo en la adolescencia, sus factores determinantes y consecuencias, así como a los grupos más afectados, mediante datos desglosados, informes cualitativos e historias reales.
2. Diseñar intervenciones dirigidas a los grupos más vulnerables para garantizar que los enfoques se adapten a su realidad y aborden sus desafíos específicos.
3. Involucrar y asegurar que la población adolescente participe y forme parte activa del diseño, ejecución y seguimiento de las intervenciones estratégicas.
4. Abandonar las intervenciones ineficaces e invertir los recursos en aplicar las intervenciones de eficacia demostrada.
5. Fortalecer la colaboración intersectorial para abordar de modo eficaz los factores determinantes del embarazo en adolescentes en América Latina y el Caribe.
6. Pasar de pequeños proyectos minoritarios a programas sostenibles a gran escala.
7. Crear un entorno favorable para la igualdad entre sexos y la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las adolescentes.
Además se incide en que las intervenciones de gobiernos y entidades responsables deben adoptar un enfoque basado en el derecho a la salud de las adolescentes, priorizando en la igualdad y os derechos sexuales y reproductivos lejos de estereotipos machistas.
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