Embarazo Adolescente en México, datos que visibilizan el problema
México ocupa el primer lugar en Latinoamérica y el segundo en el mundo en la mayor tasa de natalidad en niñas y adolescentes. Sin que las políticas puestas en marcha, a través de la Estrategia Nacional para Prevenir el Embarazo No Planificado, hayan conseguido reducir de una manera significativa su número. Así entre el 2007 y el 2012 el incremento de la tasa de embarazo en adolescentes fue casi del 15%. En 2017, dos de cada diez nacimientos en México eran de una mujer menor de 20 años.
El Gobierno de México se comprometió a implementar estrategias para lograr acabar con el embarazo infantil (menores entre 10 a 14 años) para 2030 y reducir al 50 por ciento, el embarazo en menores de 15 a 19 años. Una tarea que se enfrenta una realidad compleja como muestran los siguiente datos:
- El embarazo infantil está muy ligado a determinados factores de riesgo tanto sociales (pobreza, falta de acceso a educación sexual y anticoncepción), como individuales y familiares (menarquia precoz, baja autoestima, ser hija de madre adolescente y padre ausente, falta de conocimiento sexual, etc.).
2.- Las tasas de embarazo adolescente presentan un claro sesgo por clase social, así entre las clases más empobrecidas la tasa de embarazo precoz es de 97 adolescentes por cada 1.000 embarazos. Mientras que esta tasa disminuye a 15 adolescentes por cada 1000 mujeres embarazadas.
3.- El 59 por ciento de las adolescentes que se embarazan solo terminan hasta la secundaría. El 51 por ciento de la población femenino no cuenta con acceso a información o administración de anticonceptivos.
4.- Existe una inequidad territorial en relación al acceso a métodos anticonceptivos, así entre adolescentes de 15 a 19 años sexualmente activas que viven en el sur del país, como por ejemplo Chiapas, la prevalencia de usos e anticonceptivos es de un 35,5 por ciento, mientras en el resto del país se estima que aumenta hasta un 59 por ciento.
5.- Los embarazos tempranos, es decir entre la edad de 10 a 14 años, también van en aumento con casi un 27% de los nacimientos. Estos suelen ser embarazos forzados, es decir, producto de una violación que normalmente no se denuncian.
6- En México, uno de cada seis nacimientos fueron producto de embarazos no deseados, lo que supone el 48,4 por ciento del total.
Según especialistas y defensoras de los derechos sexuales y reproductivos, las políticas públicas deben estar orientadas a permitir las condiciones necesarias en recursos y acceso a servicios para que las mujeres puedan decidir sobre su vida reproductiva, ya que las acciones políticas siguen colocando a las mujeres en situaciones de discriminación, no acceso a servicios y vulnerabilidad.
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