El acceso al aborto en la emergencia sanitaria
Aunque el servicio de ILE no se ha visto suspendido durante la pandemia, por ser considerado un servicio esencial dentro del derecho a la salud sexual y reproductiva de las mujeres. El impacto de la pandemia ha obstaculizado su acceso, según datos da la Secretaría de Salud capitalina, hasta el 31 de lucio de 2020 se habían interrumpido siete mil 54 embarazos, mientras que en le mimos periodo de 2019 se registraron nueve mil 98 interrupciones legales.
Pero la pandemia no solo a supuesto una disminución de ILE en Ciudad de México, también el acceso a métodos anticonceptivos se ha visto afectado en dependencias públicas. Esta situación se prevé impacte de manera brutal en un aumento de los embarazos no planificados.
Según estimaciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), si la pandemia se sigue alargando hasta 2021, podríamos esperar 145 mil 719 embarazos adicionales a los esperados en ese mismo periodo. De estos, 21 mil 575 podrían ser embarazos adolescentes.
La pandemia está agravando el acceso a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres mexicanas, sobre todo para aquellas mujeres que viven en otros estados fuera de Ciudad de México o Oaxaca, únicas entidades donde el aborto es legal hasta la semana doce de gestación.
Del total de mujeres que han accedido a una ILE en Ciudad de México un 44 por ciento residen en otras entidades, la mayoría en el Estado de México.
El resto de mujeres que no residen en Ciudad de México, y deciden abortar cuándo enfrentan un embarazo no deseado, son criminalizadas y estigmatizadas por un sistema sanitario y judicial que no las protege ni prioriza sus derechos.
Entre enero y agosto de 2020, en México se abrieron 434 carpetas de infestación por delito de aborto, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
En México, incluso en los supuestos en los que el aborto es legal, las mujeres enfrentan múltiples obstáculos que impiden su acceso. Una consecuencia de leyes restrictivas que no legislan el aborto como un derecho.
La evidencia científica demuestra, en múltiples estudios de organismos internacionales, que el aborto se produce independientemente de su consideración legal. Por lo que penalizarlos solo pone en peligro la salud y vida de las mujeres, mientras que en aquellos países cuyas leyes garantizan su acceso, el número de abortos no solo disminuye sino que se realiza en condiciones de seguridad que salvan vidas.
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