Diez claves de la sexualidad femenina
La sexualidades es una dimensión de la propia condición humana como seres sexuados y forma parte de nuestro recorrido vital acompañándonos desde que nacemos hasta que morimos.
La sexualidad nos permite sentir, conocernos y comunicarnos. A través de nuestro cuerpo podemos vivir experiencias fisiológicas y emocionales que influyen en nuestro estado de bienestar y calidad de vida.
La sexualidad tienen un fin sensitivo, recreativo y relacional. La sexualidad y la reproducción son conceptos independientes y no necesariamente tienen que estar relacionados. La mayoría de prácticas sexuales no están vinculadas con la reproducción.
A continuaciones señalamos 10 ideas claves de la sexualidad de las mujeres:
1.- La sexualidad forma parte de lo que somos. La salud sexual y reproductiva debe ser garantizada desde la óptica de los derechos humanos.
2.- Todas las mujeres sin excepción, tenemos derecho al bienestar sexual y afectivo, a poder decidir sobre nuestro cuerpo, vida y sexualidad sin presiones de ningún tipo.
3.- La educación sexual integral es necesaria para evitar los estereotipos que nos limitan, aumentar el conocimiento de nuestro propio cuerpo, nuestra salud y derechos sexuales y reproductivos.
4.- Las mujeres también tenemos capacidad para el placer, siendo el clítoris el principal órgano destinado para ello.
5.- Nuestra erótica, sensualidad y emocionalidad son aspectos centrales de nuestra sexualidad
6.- El peso de la cultura y la tradición sexista perpetúa roles discriminatorios que presionan a las mujeres para cumplir determinados mandatos sociales: ser objeto de deseo, responder al deseo del otro, …
7.- La sexualidad es diversa en su orientación y manifestación por lo que toda orientación del deseo es respetable.
8.- Las mujeres con discapacidad tienen derecho al placer y a vivir su sexualidad dignamente.
9.- La sexualidad nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida, las niñas y las ancianas tienen sexualidad, está no se limita al periodo de fertilidad.
10.- La sexualidad es una fuente de placer, pero también de responsabilidad hacia nosotras mimas y hacia las personas con las que mantenemos relaciones sexuales ya que deben basarse en el respeto, el consentimiento, la salud y la seguridad.
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